cueva y delirio [próximamente…]

Cada loco se comunica con su propia cueva.
Cada cueva se comunica con su propio loco.
Que no hay cueva que no se comunique de su imagen.

Introducción Proteica
Ramón Martínez Ocaranza

*

Quizás esa imagen que el cristal refleja
se pregunta también adónde he llegado yo,
en qué horror habito,
esa imagen que ahora me mira aterrorizada
detrás de su frágil defensa.
¿Cuál fue el error? ¿Es mía esa imagen?

Delirio en Veracruz
Malcolm Lowry

«Miguel Juárez Figueroa es un cronista que vaga por la ciudad bajo una ebria introspección. Respirando el tufo picante del smog, y haciéndose paso entre los desechos de la periferia, encuentra la ruina que recorre las arrugas del proscrito, la carne palpitante de la condición humana. Ya sea en el corazón del barrio bravo, o en las esquinas olvidadas de Iztapalapa, este narrador aficionado a la fotografía descubre el rostro hurmano de la “vieja ciudad de hierro”, que siente y asume como un motivo literario. Así, los matices de la marginación y la violencia; pero también de la amistad y la esperanza, son registrados por su cámara a modo de imágenes como poemas o historias». Paola Pacheco, Revista Telecápita

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